Pyrenaica 260 (2015)
del Tachamontes
Pyrenaica 260
Euskal Herria en BTT
2015
Editorial
Ugalde Egaña, Joseba
Tres años en la presidencia de la EMF permiten tener una visión distinta, más amplia y diversa del complejo panorama del montañismo. Tanto en Euskal Herria como en el resto del Estado, una característica importante es el amplio y diverso número de actividades que se realizan bajo nuestras federaciones, con un notable aumento de practicantes, afiliados y federados en el conjunto. Todo ello genera un sinfín de trabajos de gestión, de organización y de coordinación para su buen desarrollo. Como actividad que nos apasiona, no podemos escapar a un espíritu “ crítico “ acerca de algunas cuestiones que serán de actualidad e importancia en los próximos años. El trabajo profesional no remunerado es uno de ellos.
Hablando con Joan Garrigos (Presidente de la FEDME en los últimos 15 años), me comentaba como una actividad “cuasi profesional “ como la suya sería en breve también retribuida y ocupada por un gestor profesional. La importancia y la exigencia en la utilización del dinero público, con un objetivo de gran trascendencia social por su implicación en la sociedad, como es la difusión del montañismo, así lo aconseja. Esta reflexión me sirve para enlazar con otra actividad que ocupa también una gran dosis de altruismo dentro de la EMF. Al igual que el trabajo de las federaciones territoriales y otras labores asociadas (como los clubes) a nuestro montañismo.
El pasado año, tras incluir en los Estatutos de la EMF la figura de la revista Pyrenaica como órgano de difusión propio de nuestra Federación, dejábamos cerrada una discusión acerca del modelo de revista que debíamos legar a quienes nos sigan por la senda de la montaña. Es tiempo de cambio y revisión de modelo; no obstante, una figura clave a preservar aquí, por su dedicación y altruismo, es la del director o directora de la revista y de su consejo de redacción. Un modelo de colaboración que ha dado frutos en la última generación y que ahora comienza a ser renovado con la incorporación de nuevas ideas, tanto en su contenido como en la difusión de las mismas.
Los tiempos cambian, unas personas abandonan y otras aprovechan el camino abierto, pero la senda del altruismo, del trabajo generoso y abnegado por una memoria común, debe ser preservada y mantenida para próximas generaciones. Como un legado, al igual que los profundos hayedos en los que sumergíamos nuestros sueños de juventud