Pyrenaica 286 (2022)
del Tachamontes
Pyrenaica 286
Zuberoa
2022
Editorial
Alonso Cires, Luisa
Vivimos en un territorio en el que, casi te levantes donde te levantes, lo primero que vemos por nuestra ventana o al salir de casa es una montaña a la que sabemos llamar por su nombre. De camino a nuestras ocupaciones, si la atención está despierta, somos capaces de reconocer las líneas quebradas que se recortan en la lejanía y nombrar cada elevación en silencio. En estos macizos cercanos ha nacido nuestra afición a recorrer montañas, a superar sus dificultades. En ellos han surgido nuevos objetivos y hemos querido averiguar cómo son las grandes montañas que hay más allá. Los retos forman parte de nuestro espíritu montañero.
Iniciamos una nueva temporada cargada de retos. Desde hace casi un siglo, Pyrenaica ha recogido las inquietudes del colectivo montañero vasco y ha sido testigo de los cambios producidos en las actividades, en los medios técnicos y en sus protagonistas. Los contenidos, formatos y equipos de la revista han ido adaptándose a cada momento, porque la renovación es esencial para su vitalidad y continuidad.
En el primer número del 2022 dedicamos la portada a Zuberoa, el territorio histórico más pequeño y menos habitado de Euskal Herria. Mikel Arrizabalaga completa así su serie de artículos dedicados a Iparralde (Lapurdi, Pyrenaica 270; Nafarroa Beherea, Pyrenaica 273). Sus montañas y valles merecen una visita para comprobar que compartir el mar Cantábrico, algunas cumbres pirenaicas y la lengua viva más antigua del continente europeo crea vínculos tan intangibles como firmes con quienes habitamos en Hegoalde. Hasta nuestros personajes mitológicos comparten sus espacios: en la montaña de Orhi, techo de Zuberoa y el dosmil pirenaico más occidental, Mari tiene su morada en una cueva y Basajaun se esconde en un bosque de su entorno.
En tres de los catorce artículos de este número escriben mujeres. Ellas son una digna representación de las diez mil federadas de Euskal Mendizale Federazioa. Y la evidencia de un reto pendiente: la incorporación de las mujeres en igualdad de representación en la revista, en las actividades montañeras y en las organizaciones que gestionan el montañismo vasco. Es hora ya de renovación de costumbres y hábitos, somos una parte activa del colectivo montañero, las mujeres que escriben en Pyrenaica así lo demuestran.