Pyrenaica 289 (2022)

Cuando las hojas caen y los bosques se desnudan, el blanco manto hace acto de presencia y engalana nuestras montañas con sus siluetas más codiciadas. Serán muchos quienes llevarán meses soñando con deslizar sus tablas por la nieve virgen, o quienes deseen escuchar el crujir de sus pisadas, abriendo huella con las raquetas en el silencioso bosque. Así es el invierno, una época que llena nuestras mentes de ilusiones y proyectos.

Con este monográfico que tenéis entre manos, queremos rendir tributo a esta estación, por todo eso que nos aporta y porque su futuro es más incierto que nunca. Los últimos glaciares se derriten y desaparecen ante la impasibilidad de la sociedad, y cada invierno que pasa parece ser más efímero que el anterior. Por ello, debemos tratar de disfrutar mientras podamos del invierno, pero sin olvidar nunca las reglas que nos impone. Debemos conocer el material y las técnicas, y preparar cada salida a conciencia. El mensaje es claro: planifica, equipa, actúa.

Hoy día, el colectivo montañero vasco se muestra fuerte ante las actividades invernales, vamos a conocer de primera mano a algunos de sus protagonistas, como lo son Alex Txikon, Ekaitz Maiz y Tasio Martin. Pero antes que ellos, hubo otros que abrieron el camino, como los tolosarras de aquella foto del año 1908 tomada en Lekunberri, en la que portaban unos rudimentarios esquís; imagen que podemos tomar como testigo del inicio vasco en el deporte invernal. Antxon Iturriza nos invita a un viaje en el tiempo para conocer nuestra evolución, tomando esta fecha como punto de partida y recordando otros hechos históricos sucedidos hasta el día de hoy, como aquella primera invernal al Picu Urriellu de la mano de Ángel Landa y Pedro Udaondo en 1956.

Seguro que conocer las aventuras y desventuras de los pioneros, os motiva a planificar nuevas salidas y actividades para estar listos cuando el blanco manto se asiente en nuestras montañas. En este número os hacemos propuestas para todos los gustos y niveles. No podían faltar entre otros, la obligada visita a la cruz del Gorbeia o las clásicas rutas de esquí de travesía que recorren el valle de Tena. Estoy seguro de que esta es la mejor bienvenida que le podemos dar al cercano invierno, y que él, en agradecimiento, se presente con su imagen más amable para que lo podamos disfrutar ¡Feliz invierno montañeras y montañeros!