Pyrenaica 212 (2003)

Me han sugerido repetidamente que escriba un editorial en Pyrenaica sobre el tema del despilfarro que se produce por el abuso de las llamadas a los grupos de rescate, llamadas que con frecuencia se producen sin verdadera necesidad y que están provocadas por el exponencial crecimiento del uso del teléfono móvil. Pues bien, lo voy a escribir por dos motivos: el primero es porque no puedo negarme a la persona que me lo ha pedido. El segundo motivo lo explicaré luego. Así que habrá que leer hasta el final para enterarse.

Después de consultar el tema con los responsables, me he encontrado con una sorpresa. Los motivos de las llamadas de socorro a SOS-DEIA en el monte se deben a accidentes, desaparición de personas y llamadas desde el móvil de montañeros extraviados. Este tercer caso es el que nos ocupa. Se puede pensar que la facilidad de disposición y manejo del móvil iba a ser fuente de abusos y que el excesivo número de llamadas podría incluso colapsar el servicio.

Pues no. Sus efectos negativos sobre los servicios de rescate son mínimos. El primer nivel de recepción de los avisos clasifica la llamada y la deriva a la instancia correspondiente. Y los casos de apuro, por extravío y porque se hace tarde, se resuelven la mayoría de las veces mediante instrucciones telefónicas de serenidad y ayuda para salir por sus propios medios. (Por cierto, el problema mayor suele ser la dificultad de explicarse del extraviado. Y una recomendación al efecto, para el que esté empeñado en no perderse, -algunos dirán que es ya demasiado tecnicismo- es la adquisición por los particulares de un aparato de GPS, que hoy en día ya no son tan caros, son sencillos de usar y son extremadamente útiles, al indicar sin ninguna duda la ubicación del que lo usa).

Insisto, entonces. El móvil es en términos generales la solución fácil ante muchos apuros y en el monte puede ser la forma más sencilla de resolver una situación de problema grave. Es decir, el móvil no es un problema sino todo lo contrario Pero valía la pena responder a esta pregunta, porque forma parte de un tema de alta importancia como es el de los rescates en montaña y las consecuencias de responsabilidad civil y penal que hay detrás de los accidentes.

Es tan importante que va a constituir el primero de los temas que se van a debatir (lo habrá sido ya cuando salga este número de la revista) en el curso de verano: "Un nuevo montañismo adaptado a la sociedad actual", que han organizado la EMF y la UPV/EHU este septiembre en Donostia. Además vamos a pedir a la Dirección de Atención de Emergencias del Gobierno Vasco, para ofrecerlo a todos los montañeros, que actualice el informe que presentó durante los actos del 75 aniversario de la EMF. E incluso podría ser que el grupo de trabajo de expertos jurídicos, que se pretende crear en la Federación, lo tomase como uno de sus primeros objetivos de tarea.