Pyrenaica 273 (2018)

Tenemos en nuestras manos un nuevo número de Pyrenaica y, una vez más, quienes trabajamos en la revista nos sorprendemos de que se haya producido el milagro: un grupo de personas que realizan actividades en la montaña se han tomado un tiempo para escribir sobre ellas, elegir las fotografías que mejor transmitan las emociones vividas, y mandar los textos y las imágenes a la revista.

Detrás de casi un siglo de Pyrenaica está la participación desinteresada de cientos de personas. Una forma singular de trabajo no remunerado al servicio de la comunidad montanera y de la divulgación del montanismo en nuestro territorio, un modelo colaborativo que se aplica también en la gestión de clubes y federaciones, lo que lo ha convertido en una de las señas de identidad más reconocibles del montanismo vasco.

Quienes trabajamos de esta manera en distintos ámbitos de la EMF sabemos que para que todo funcione el compromiso ha de ser constante, no se puede alegar desánimo o falta de tiempo, la apatía o la pereza son también enemigos que conviene mantener a distancia. Hablamos de un trabajo basado en valores conocidos: constancia, superación de obstáculos, trabajo en equipo, búsqueda de nuevos retos.

La pregunta es: ¿tiene futuro esta filosofía de trabajo? ¿la gente joven de nuestra federación la comparte, le parece bien, está dispuesta a coger el testigo? Porque el éxito de este modelo de trabajo necesita de la constante renovación de las personas para que la cadena continúe.

En el 2014, la Asamblea de la EMF debatió la continuidad del actual modelo de Pyrenaica y aprobó por mayoría seguir con la revista tal como la conocemos, incluyéndola en sus estatutos. Quienes formamos parte de la dirección y de la redacción tenemos la responsabilidad de trabajar en el presente de acuerdo a esa decisión y pasar el relevo a quienes lo hagan en el futuro.

Hace ocho años, se puso en marcha en Pyrenaica un plan para mejorar la participación de las mujeres en la revista, para visibilizar a quienes suponen casi el 30% de la EMF. Desde entonces, no hay un solo número en el que no estemos representadas. Ahora nos proponemos un nuevo reto: incrementar la participación de articulistas jóvenes.

Estamos al tanto de sus actividades en las redes, seguimos sus webs y blogs, compartimos sus fotos y comentarios en facebook. Así que nos dirigimos a todas esas personas jóvenes a las que les gusta divulgar sus experiencias en la montaña y les pedimos que participen en la revista. No queremos prescindir de la experiencia, pero buscamos que ese porcentaje importante de gente joven de nuestra federación esté mejor representado en la revista. Necesitamos conocer las emociones y motivaciones de quienes tienen en sus manos el futuro de Pyrenaica y el del montanismo vasco.