Pyrenaica 209 (2002)

Se abre la puerta, una puerta grande, y al otro lado aparece un magnífico paisaje de montaña, un paisaje amplío y variado, lleno de atractivos, con altas cumbres, grandes paredes y laderas nevadas. Es un desafío repleto de posibilidades que puede hacer que muchos montañeros se sientan llamados.., pero ¡ojo! No se puede emprender la travesía de cualquier manera. Por ejemplo, esta vez no se puede ir en plan solitario, hay que ir en equipo. Y hay que llevar la salida muy bien preparada, muy bien estudiada (ésa es la palabra). Aquí no caben improvisaciones Sólo se podrá ¡r si se aplican unos criterios rigurosos, científicos y técnicos. Hay que "estar a la última" para tener éxito en la expedición.

Dicho de otra forma, la Euskal Mendizale Federakundea acaba de ser admitida en la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo (UIAA). El momento puede ser el comienzo de algo importante. Pero antes de empezar a comentarlo quiero hacer un homenaje público al apoyo recibido en este paso por la FEDME. No habría sido lógico que hubiesen puesto dificultades. Pero hay que reconocer que su postura ha sido todo lo contrario. No sólo han dado su autorización, imprescindible para que prosperase la solicitud, sino que nos han animado y ayudado a resolver las dificultades del camino. Ellos y también los otros dos miembros catalanes de la UIAA, la FEEC y el CEC. Así da gusto participar en un proyecto ambicioso.

La entrada en la UIAA nos abre un mundo de oportunidades. Porque la UIAA no es una federación de federaciones ni un club de clubs. Es otras muchas cosas, probablemente más útiles. Es el representante, ante todas las instancias oficiales, del montañismo activo, es decir de 72 millones de alpinistas. Es un suministrador de servicios para sus diferentes modalidades de actividad. Es un trampolín de futuro para los que quieran competir al más alto nivel. Pero, sobre todo, es un foro, abierto y tolerante. Es una invitación a colaborar en grupos internacionales de trabajo.

El montañismo vasco ha demostrado que es capaz de llegar muy lejos y muy alto en muchos aspectos. Por ejemplo, con individuos que se han situado en primera línea en alpinismo de dificultad o en escalada deportiva, con muchos grupos de amigos que se sienten cómodos ascendiendo en el Himalaya, con clubs que han organizado con efectividad los grandes volúmenes de afición al monte de la población y, por qué no decirlo, con la publicación de una revista de montaña de la que nos sentimos legítimamente orgullosos. Pues bien, es el momento de que toda esa masa crítica se ordene para que también demuestre que es capaz de participar en foros internacionales en los que se debaten científicamente los problemas más relevantes del mundo de la montaña.

Creemos que vale la pena realizar el esfuerzo para intentar situarnos en ese nivel a escala internacional. Nos ofrecen esa oportunidad y vamos a aceptar el reto. Para eso tenemos que empezar por conseguir que se identifiquen, que se les abra el camino, que se animen a expresarse, a todos los expertos motivados para colaborar en un espacio de investigación, en temas como el de la protección de la montaña, el equilibrio entre acceso y conservación, el acercamiento de la juventud, la problemática de las expediciones, la búsqueda de un alpinismo más seguro, o los enfoques éticos y jurídicos.

Volvemos al principio. Hay que crear grupos de trabajo. Hay que fomentar la investigación y la gestión del conocimiento. Hay que elevar el nivel técnico de nuestra actividad de tiempo libre. Una forma clara de hacerlo es aproximando los mundos de la práctica del montañismo y de la universidad. En este sentido, quiero adelantar la noticia de una acción bonita que está preparando la EMF: la propuesta de un curso de tres días sobre aspectos sociales del montañismo (ecología, riesgo, TICs), en el marco de los Cursos Europeos de Verano de la UPV/EHU en Donosti, el próximo septiembre. Será una primera experiencia, trayendo los mejores especialistas del Estado, para plantear los grandes problemas y orientar el debate hacia las soluciones. Y para que en los próximos años afloren nuestros equipos de profesionales y académicos especializados en estos temas. El beneficio será para todos los montañeros y las montañeras.