Pyrenaica 247 (2012)

L A estructura de Euskal Mendizale Federazioa se cimenta desde sus orígenes sobre dos pilares: los clubes y Pyrenaica. En 1926, a los dos años de fundarse nuestra federación, se crea su órgano de difusión "... para el fomento de la noble afición a la montaña, las enseñanzas del excursionismo y el amor a la naturaleza, con especial interés en lo que afecta al País Vasco Navarro...'.' Desde esa lejana fecha, los presidentes que se suceden al frente de EMF asumen el funcionamiento autónomo de la revista, tanto a nivel de contenidos como en su gestión económica. En justa correspondencia, Pyrenaica no interviene en los conflictos internos, ni se posiciona durante los procesos electorales. En definitiva, la autonomía de Pyrenaica conlleva su neutralidad en todo lo que concierne a EMF, las Federaciones Territoriales y los clubes.

Sin esos dos conceptos inseparables: autonomía e imparcialidad, nuestra revista no habría llegado a cumplir 86 años, durante los cuales ha estado sometida a múltiples avatares organizativos y económicos, históricos y políticos. Si alguna junta directiva pretendiese dirigir su funcionamiento interno, censurar los contenidos informativo s, condicionar la libre expresión de lectores y lectoras, o intervenir sus cuentas más allá de la supervisión de ingresos y gastos, Pyrenaica perdería su razón de ser. Confiemos en que tal situación no se dé nunca.

Pyrenaica necesita el respeto y el apoyo de todos los estamentos federativos para poder desarrollar su labor divulgativa: informar con rigor y objetividad, documentar todo tipo de actividades montañeras, de Euskal Herria y cualquier lugar del planeta. El modelo de funcionamiento autónomo ha dado resultados óptimos a nivel de contenidos y en el plano económico. Su singular carácter de publicación con categoría profesional, sin ser comercial, es decir, sin retribuir la elaboración ni las colaboraciones, posibilita difundir la revista por un precio in fe rio r al de cualquier otra y permite editar valiosas obras que amplían y complementan la temática de la revista.

Las encuestas certifican el arraigo de Pyrenaica entre las 30.000 personas que la reciben. Los acuerdos de intercambio con diversas revistas de montaña prueban su implantación internacional. Sin embargo, por encima de cualquier otra consideración está el hecho de constituir, junto con los clubes, la columna vertebral de EMF. Sus páginas acogen la memoria colectiva y el patrimonio cultural de nuestra federación. Tom ando en consideración la trascendencia histórica de nuestra revista, los valores deportivos y humanistas que promueve, así como el servicio que rinde a la comunidad montañera y al conjunto de la sociedad, el Equipo de Redacción está recabando información a fin de so licitar el reconocimiento oficial de Pyrenaica como Bien Cultural Inmaterial de Euskal Herria. Confiamos en que el actual Presidente de EMF y su Junta Directiva asuman la idea y se pongan al frente de la iniciativa, realizando las gestiones precisas para hacer realidad ese ilusionante proyecto.