Pyrenaica 227 (2007)

Teniamos en Pyrenaica una deuda pendiente con Catalunya, un país en el que tenem os tantos amigos, y J un paisaje maravillosamente dotado de montañas, desde aquello de

"Damunt lo glaç negregen granítiques arestes, com d'ones formidables esgarrifoses crestes,"

con que se estremecía mosén Jacinto Verdaguer hablando del Pirineo, hasta eso de

"els herbatges verds on canta l'esquellot de la ramada, i el bosc silencios i la masia lassa!..."

1 como describía dulcemente Joan Maragall el Montseny.

 Porque no es sólo el Pirineo. Hay otras muchas montañas salpicando toda la geografía catalana. Así que decidimos que era tiem po de hacer un número monográfico sobre esas montañas y pensamos en repasar nuestra lista de contactos, colegas y compañeros de cordada, para buscar colaboradores locales. Empezamos a hacer algunas llamadas a ver qué pasaba. La respuesta ha sido apabullante.

Este editorial no puede ser otra cosa que una expresión de agradecimiento. Por elegir una persona me quedo con Enric Faura, que a vuelta de correo nos facilitó la relación con los colaboradores de Vertex. Nos dirigimos a ellos y en seguida empezamos a recibir respuestas de aceptación. Fue tan entusiasta que llegó a hacernos perder los papeles: hemos recibido más artículos de los que nos cabían en este número. Por eso la siguiente expresión es de disculpas, a aquellos cuya colaboración hemos tenido que recortar y sobre todo a Ignasi Planas, cuyo artículo sobre Prades y Montsant aparecerá en un próxim o número.

El equipo de redacción de Pyrenaica en pleno ha tenido que trabajar a tope para hacerse cargo de los artículos que iban llegando... Pero ha sido un verdadero placer, el poder relacionarnos con gente de una clase tan alta, montañeros que suman un excelente nivel de profesionalidad y un desbordante grado de cordialidad. Ante vosotros tenéis el resultado: ahora podemos conocer un poco más dónde y cóm o subir al monte y practicar escalada y senderismo, esquí de montaña, BTT y barranquismo, y cuáles son la historia, los valores y los problemas de la gente de aquellas montañas.

Teníamos una deuda pendiente con Catalunya y ahora tenem os otra: responder a la cordialidad que nos hemos encontrado. Así que os invitamos a ir a Catalunya de la mano de la FEEC (y del CEC, no podemos olvidar a Ferran Alexandri, que nos consiguió por fin una magnífica colaboración femenina) a disfrutar con sus montañas y con su gente. En este número encontraréis muchas y muy buenas sugerencias.

 1 "sobre el hielo negrean graníticas aristas, como de olas formidables espeluznantes crestas" "los verdes prados donde canta la esquila del rebaño, y el bosque silencioso y la masía cansada..."