Pyrenaica 208 (2002)
del Tachamontes
Pyrenaica 208
Los techos de todos los Estados del mundo
2002
Editorial
Uriarte, Luis Ignacio Domingo (Txomin)
Yo no en soy montañero. A mí las cumbres no me interesan. Me sorprendía el comentario oído este verasn el Tour del Mont Blanc. Me he encontrado con que la mayor parte de los senderlstas que coincidían con nosotros se identificaban muy claramente como "senderistas": ellos no eran montañeros y, de hecho, muchos de ellos no habían subido prácticamente nunca a ninguna cumbre grande. Me picó la curiosidad por tratar de detectar las características del senderismo, y concretamente del senderismo de Alta Montaña, que requiere varios días de marcha.
Desde luego tiene matices que le diferencian del alpinismo general pero, francamente, no sé si son anecdóticos o suponen diferencias de fondo.
Obviamente el objetivo final es distinto. Para los alpinistas el objetivo es la cumbre y en muchos casos lo es de tal manera que, si no ha hecho cumbre, más o menos alta o difícil, el alpinista siente que no ha hecho nada. Para el senderista el objetivo es conseguir el recorrido completo, la etapa de cada día, pero en definitiva el disfrute se busca sobre todo en el propio camino y, como tal, el paisaje adquiere mucha más importancia.
Se trata de seguir fielmente el sendero, para lo que hay que atender, después de haberla interiorizado, a la topoguía. La dureza del día será la superación, hacia arriba y sobre todo hacia abajo, del collado. El sacrificio vendrá medido por el peso que hay que transportar, y es sagrada la recomendación de "Mete en la mochila sólo lo imprescindible ... y luego quita la mitad". El peligro son las ampollas, la preocupación es la rutina de los horarios y la incógnita, la previsión meteorológica. Ofrece grandes satisfacciones, como toda actividad montañera, pero refuerza algunos aspectos. Permite vivir con más intensidad las relaciones con los demás, sobre todo socializando en la coincidencia en los refugios. Es muy propensa a ser realizada en familia, en grupo de amigos. Posibilita muchas alternativas de ejecución en cuanto a velocidad (entre los que van despacio y los maratonianos), horario (los madrugadores y los otros) y organización (los puristas, los que se ayudan de transportes públicos, los ciclistas, los que van con un paquete turístico ...). E incluso admite otra dimensión, que en unos casos es un requisito y en otros casos es un premio: es "la mística del peregrino", el seguir el camino por motivos emocionales o trascendentales.
Ciertamente hay "grandes senderos" creados en muchas cordilleras y en casi todos los países. Por citar unos pocos de los más famosos: el "Milford Track" de Nueva Zelanda (que presume de ser el más bonito del mundo), los del Himalaya, los de los Andes y los de Alpes, la isla de Reunión, Córcega, y los GR10 y GR 11 del Pirineo. En Pyrenaica se han contado ya experiencias en más de media docena de ellos. Cada vez están siendo más frecuentes entre nosotros. Existe una organización internacional, la ERA (Federación Europea de Senderismo), que agrupa a 50 asociaciones (entre las que está la EMF), de 28 países distintos y que este mismo mes de septiembre organiza en el Val de Aran su 33er Congreso. Es una afición imparable porque, en frase feliz de Bill Turnan, el famoso himalayista británico, que recorrió todo el mundo en el siglo pasado, lo único que necesitas al final, para ir de exploración, "es ponerte las botas y salir".