Pyrenaica 200 (2000)
del Tachamontes
Pyrenaica 200
Especial Pirineos
2000
Editorial
Uriarte, Luis Ignacio Domingo (Txomin)
Cuando me piden información sobre algún rincón poco conocido de los Pirineos, empiezo por intentar ponerles en contacto con Luis Alejos. No en vano Luis lleva muchos años pateándolo a fondo con un espíritu de ir siempre buscando más. Por eso le hemos pedido ahora que prepare el artículo de fondo de este número especial de Pyrenaica, el 200, que dedicamos monográficamente al Pirineo.
No es fácil encontrar otro acompañante como él para visitar los refugios de la cordillera. Leedlo despacio. Pero eso es sólo el comienzo de nuestro viaje virtual, porque podremos disfrutar en este número de otras muchas colaboraciones excepcionales para descubrir, desde distintos ángulos originales, un Pirineo en ebullición. Nos acompañará un plantel de lujo de escritores y fotógrafos, algunos habituales y otros especiales para esta ocasión. Por ejemplo, oiremos los comentarios y opiniones de Louis Andoubert, uno de los monstruos vivos del pirineísimo. O dejemos que hable despacio y relajado Julio Villar, ese marinero de los Pirineos, que sabe muy bien que el Pirineo es la patria de todos sus pueblos, pero le quiere tanto que algunas veces piensa que es suyo. O que nos enseñe otro rincón Miguel Ángulo, que sigue descubriendo, fotografiando y cartografiando rutas desconocidas y parajes secretos. O charlemos un rato en un vivac con Claude Dendaletche, que cuanto más ahonda en la naturaleza y la civilización de la montaña vasca más se da cuenta de que forma parte inseparable de la riqueza universal de un mundo sin fronteras.
Podemos elegir ascensiones, travesías, escaladas, recuerdos históricos, aventuras... y una original visión de la cordillera contemplando todos los peldaños de abajo arriba, desde el golfo de Bizkaia hasta el Aneto y de arriba abajo, desde el Aneto hasta el Mediterráneo. ¡Otra provocación para los coleccionistas de montes!
Yo no sé qué decir del Pirineo a muchos que lo amáis con pasión, y la verdad es que no se me ocurre nada, porque todavía no me he recuperado de la noticia de la pérdida del mayor de los Iñurrategi. Así que cedo la palabra al bilbaíno Ramón de Basterra, que también él se dejó seducir por la montaña:
"El Pirineo siempre; por siempre nuestra cordillera Por siempre, la pelota que brinca sobre la frontera Los montañeses del mundo podemos darnos la mano Los montañeses del mundo somos masonería Nuestras almas las tejen conservación y altanería".
"En todo el Pirineo hay un ánimo, hay un pulso, un semblante El afán pirenaico es acometer la vida hacia adelante Hay misión para todas las razas que el Pirineo hermana Es prolongar el ritmo de Occidente, su vigilancia humana".