Pyrenaica 291 (2023)
del Tachamontes
Pyrenaica 291
ESLOVENIA
2023
Editorial
Aiastui Urzelai, José Ramón
Cada vez necesitamos más energía. Nos dirigimos hacia una sociedad cada vez más electrificada y nadie está dispuesto a dejar de cargar el móvil, calentar la casa, cocinar, etc. No estamos dispuestos a dar un paso atrás en nuestra calidad de vida.
Ahora viene la movilidad eléctrica, aplicada a coches, motos, bicis, patinetes, etc.; los cuales hay que cargar y surge la necesidad de generar la suficiente electricidad para poder abastecer a lo que supuestamente va a ser un futuro eléctrico.
Siendo consciente de que necesitamos esa energía, hay diversos modos de conseguirla y el caso en el que quiero incidir es el de la energía eólica. Claro que estoy a favor de una energía “limpia”, con la menor huella de carbono posible, pero, casualidad, siempre elegimos las montañas para la instalación de parques eólicos.
Son varios los proyectos eólicos anunciados en la CAV los últimos meses... y casualidad, la mayoría se encuentran en Araba. ¿Por qué?, nos preguntaremos. Porque es más fácil negociar el “alquiler” con un concejo de 60 habitantes que con un pueblo de 5000. Es más fácil convencer a 60 personas que exaltar a 5000.
Siempre planteamos poner generadores de energía en los montes, en lugares que los seres humanos utilizamos para desestresarnos y disfrutar de un poco de paz, ya sea escalando, corriendo, haciendo senderismo, marcha nórdica, o incluso disfrutando de la bici.
Como alternativa, podemos darle la vuelta al tema y plantear poner generadores en lugares ya humanizados, como lo son las carreteras o los polígonos industriales. Es más feo tal vez, pero más económico también. El fácil acceso a estas localizaciones evita la construcción de pistas desproporcionadas y otras obras de gran impacto.
Como sociedad, estamos anestesiados con “la guerra de Ucrania”, y ese momento de baja moral es el que se aprovecha para dar por válido cualquier argumento.
Obviamente, soy un ávido consumidor de energía y entiendo que la necesitamos. Pero no de esta manera. Ni llenando todos los montes con aerogeneradores, ni los desiertos con paneles solares vamos a satisfacer la cantidad de energía que se estima vamos a necesitar.
Como montañeras y montañeros necesitamos recapacitar sobre cómo y dónde vamos a instalar generadores de energía, porque está claro que nos alteramos sólo cuando plantean ponerlos en el sitio donde cada uno vivimos y paseamos.
Estamos hablando de la unión en Canal Roya, pero aquí, en casa, también tenemos situaciones como esa y no parece que nos molesten en absoluto.