Pyrenaica 268 (2017)
del Tachamontes
Pyrenaica 268
Alberto Zerain
2017
Editorial
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El pasado mes de junio la Euskal Mendizale Federazioa-Federación Vasca de Montaña superó las 33 000 licencias. Un dato que viene a demostrar la energía del colectivo montañero vasco en un momento en que valores asociados a la montaña, como el espíritu de sacrificio, la solidaridad y el esfuerzo, parecen haber perdido tirón.
Nuestra federación nació en 1924, cuando apenas había mapas y la misma aproximación a la cima era en sí una aventura. Desde el principio hubo un compromiso por divulgar el montañismo entre las “clases populares” y, a la vez, apoyar a quienes se planteaban retos más técnicos en paredes verticales o montañas lejanas. Así continuamos.
En el 2017 seguimos soñando con llegar a la cima de las montañas más altas del mundo, como Alberto Zerain. Su valentía, su estilo sin artificios, su forma noble de encarar las ascensiones, con las emociones al límite, representan los valores más genuinos de un escogido grupo de hombres y mujeres de nuestra geografía que han superado los ochomil metros. Zeras se ha quedado para siempre en el Nanga Parbat, mientras su espíritu pervive junto a nosotros.
Todavía hoy, con los últimos medios digitales a nuestra disposición, sigue habiendo rincones en Pirineos por descubrir. Un pequeño macizo francés, el Moullé de Jaüt, protagoniza la sección dedicada a las montañas cercanas, donde se recogen objetivos para quienes prefieren caminar sin dificultades.
El Urriellu, en los vecinos Picos de Europa, tiene una pared oeste donde la cordada formada por Iker y Eneko Pou sabe trazar líneas casi perfectas en su danza hacia la cumbre. Su relato nos llena de admiración y orgullo. Mas cerca también hay paredes verticales, como las del Txindoki, testigo de días gloriosos de escalada en el pasado y ahora.
Mientras el ochomilismo ha descendido puestos en la lista de las aspiraciones del montañismo vasco actual, las carreras por montaña siguen subiendo. Una de las maratones de montaña más prestigiosa del mundo, la Zegama-Aizkorri, ha celebrado su decimosexta edición. Se ha convertido en leyenda por su dureza, pero sobre todo por la entrega del público que perfila el trazado para empujar con su aliento a corredores y corredoras.
Seguimos divulgando nuestra pasión por la montaña, incluso cuando ella se cobra su precio y el relato se tiñe de tristeza. No te olvidaremos Zeras.