Pyrenaica 262 (2016)
del Tachamontes
Pyrenaica 262
El Plazaola
2016
Editorial
Alonso Cires, Luisa
Hace 90 años, en 1926, Antxon Bandrés tuvo la idea de publicar las actividades montañeras que se realizaban en la recién constituida Federación Vasco-Navarra de Alpinismo en una revista a la que llamó Pyrenaica. El primer número tenía 48 páginas, costó 50 céntimos y su tirada no llegó a mil ejemplares. En el editorial de presentación se decía: “será la memoria colectiva que vamos a escribir entre todos”. Poco después, el 12 de abril de 1928, se inscribió el nombre Pyrenaica en el Registro de la Propiedad Industrial y Comercial de Madrid.
Si Bandrés levantara la cabeza se asombraría al ver que aquella pequeña federación que ayudó a fundar se ha convertido en la actual Euskal Mendizale Federazioa – Federación Vasca de Montaña (EMF-FVM), un colectivo de más de 30.000 personas del que han salido hombres y mujeres que han conseguido ascender las cimas más prestigiosas del mundo, han llegado al máximo nivel en escalada y destacan en las nuevas modalidades, como las carreras por montaña. Y se quedaría impresionado con la evolución de Pyrenaica, convertida en una revista trimestral con una tirada de 26.500 ejemplares, complementada con una web, una página facebook y dos blogs para mantener al día la información.
Mucho han cambiado las actividades en la montaña desde 1926 y los formatos para divulgarlas aún más. A todo se ha adaptado Pyrenaica. Gracias al apoyo incondicional del colectivo montañero, ha ido cumpliendo años a pesar de las difi cultades surgidas, algunas tan graves como las que generaron las dos interrupciones de su publicación: con ocasión de la guerra civil en 1936 y por motivos políticos, tras la expedición a los Andes, en 1967. Y lo más singular es que ha llegado a nuestros días manteniendo las señas de identidad originarias: su voluntad de ser la memoria escrita del montañismo vasco y su carácter participativo. Con el trabajo desinteresado de articulistas, equipo de redacción y dirección, la revista ha ido renovando progresivamente sus contenidos para refl ejar los hábitos y conquistas montañeras en cada época y, en la última etapa, ha incorporado los formatos digitales para mantener un contacto inmediato con sus lectores y lectoras.
Ahora, en el 2016, para celebrar 90 años de historia montañera escrita colectivamente, el equipo actual de Pyrenaica hemos decidido renovar la apariencia de la revista, buscando una imagen que la sitúe en el tiempo en que vivimos y que la prepare para el futuro. Junto al mantenimiento activo de sus formatos digitales, supone una nueva transformación al servicio de la Pyrenaica del siglo XXI y de nuestro principal compromiso: cuidar la revista que heredamos y dejar un buen legado a futuras generaciones.