Pyrenaica 258 (2015)
del Tachamontes
Pyrenaica 258
Aristas y crestas de Euskal Herria
2015
Editorial
Ortega, Antonio
Ese es el número de ocasiones en las que he tenido el honor de dirigir Pyrenaica, lo que supone el 53 % de todas las revistas publicadas desde 1926. Creo que, tras más de 36 años colaborando con Pyrenaica-34 de ellos dirigiéndola-, ha llegado el momento de ceder el testigo a otra persona.
Cogí la revista en unos momentos muy difíciles, pues teníamos que hacer todo a mano y reclutar para ello a la gente de nuestro club, La Sociedad Montañera, y después ensobrar las revistas, llevarlas a Correos... Hoy seria imposible manipular las más de 6 toneladas que pesa cada número. La situación económica también era penosa. El número de diciembre lo teníamos que sacar en enero con el dinero de los nuevos federados, que nos adelantaba la Delegación de Gipuzkoa.
La compra en 1982 del ordenador MZ-803, algo que entonces no tenia casi nadie y que costó unas 600000 pesetas, supuso el comienzo de la innovación en Pyrenaica. Con él llegaron los concursos de artículos y fotografía. Un año después empezaron las colaboraciones de los principales alpinistas del momento.Y gratis, como todo el mundo: en la revista escribieron Kurt Diemberger, Kart Herriigkoffer, Renato y Goretta Cassarotto, Chris Bonington, Jerónimo López, Conrad Blanch y hasta el mismísimo Reinhold Messner.
Con el nombre Mendi Jaia, en 1984 organizamos una feria de montaña a la que acudieron miles de personas. En 1986, comenzamos a realizar otro tipo de publicaciones con la exitosa colección Rutas Pyrenaica. Luis Alejos, su autor, se convirtió junto al Gobierno Vasco en el principal patrocinador de Pyrenaica. Más tarde empezó la serie de publicaciones de Antxon Iturriza, destacando los tres tomos de la Historia testimonial del montañismo vasco, a la que ha seguido la nueva serie Temas Pyrenaica, cuya última publicación ha sido el Catálogo de cimas de Euskal Herria.
Nada de esto hubiera sido posible si detrás de Pyrenaica no hubiera habido cientos de personas que han escrito de forma desinteresada, y de no haber compartido la dirección con unos equipos de redacción de "lujo", cuyos miembros han invertido en ello muchísimas horas de forma altruista.
Los últimos años han resultado muy duros, al vernos implicados en peleas federativas que nos han requerido mucho más esfuerzo que aquello que nos gusta: preparar la revista. Y hemos estado solos en esa pelea. Primero para evitar su paso a formato digital y, hace unos meses, para que la suscripción no fuera voluntaria, lo que en un plazo de cuatro años habría supuesto su desaparición.
Sin embargo, en la Asamblea de Elgoibar vimos que no estábamos tan solos, pues una importante representación de los clubes se posicionó a favor de mantener el modelo actual de Pyrenaica y de su inclusión en los estatutos de la EMF. El resultado 101-10 dejó bien claras las cosas. De esta forma, puedo ceder a Luisa Alonso Cires el testigo que recibí de Jesús Polo, a sabiendas de que seguirá peleando por mantener ese modelo de revista.
Me voy contento de los amigos que he hecho en torno a la revista, de haberla dejado saneada (podéis ver las cuentas en la pág. 374) y de que, por séptimo año consecutivo, sigáis pagando por cada revista tan solo 1,34 € + 0,75 € de gastos de envío.